| |
Encuentros Diarios
Junio 23, 2016
Fuerza de la debilidad
“Tres veces le rogué al Señor que me la quitara; pero él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.’ Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mà el poder de Cristo.â€1
En su libro, La Confianza, Alan Loy McGinnis habla acerca de un famoso estudio titulado “Cuna de eminencias†realizado por Victor y Mildred Goertzel, en el cual fueron estudiados los antecedentes familiares de unas 300 personas altamente exitosas. Muchos de los nombres de ésos en el estudio eran muy conocidos para nosotros – Franklin D. Roosevelt, Helen Keller, Winston Churchill, Albert Schweitzer, Gandhi, Einstein, y Freud, todos ellos fueron brillantes en sus áreas de conocimiento.
Los resultados de este estudio son a la vez sorprendentes y reconfortantes para muchos de nosotros que provenimos de hogares menos-que-deseables. Por ejemplo: “Tres cuartos de los niños tuvieron problemas de pobreza, un hogar disfuncional, o eran rechazados por unos padres posesivos o dominantes.â€
“Setenta y cuatro de 85 escritores de ficción o drama y 16 de los 20 poetas venÃan de hogares en donde, de niños, ellos presenciaron un intenso drama psicológico en sus padres.â€
“Desventajas fÃsicas tales como ceguera, sordera, o miembros lisiados caracterizaron a mas de cuarto de los participantes en el estudio.â€
Esta gente que tenÃa confianza en sus capacidades y las puso al uso de la creatividad todos ellos tuvieron más debilidades y desventajas que muchos de nosotros que tenemos una falta de confianza debido a una baja autoestima. ¿Asà pues, qué hace la diferencia? Probablemente para compensar en sus debilidades ellos sobresalieron en otras áreas.
En una ocasión un hombre dijo, “Lo qué ha influenciado mi vida más que cualquier otra cosa ha sido mi tartamudeo. De no haber tartamudeado hubiese atendido Cambridge como lo hicieron mis hermanos, quizás me hubiese convertido en un don y de vez en cuando hubiese publicado un aburrido libro acerca de la literatura francesa. “El orador que tartamudeó hasta su muerte era W. Somerset Maugham, durante un vistazo a su vida a la edad de 86 años.
“Para entonces él ya se habÃa convertido en un autor renombrado a nivel mundial con más de 20 libros, de 30 obras, y cantidad de ensayos y de historias cortas.â€
Hablando personalmente, yo también vengo de una familia psicológicamente disfuncional. Lo qué hizo la diferencia para mà fue un profundo sentido del llamado de Dios y de mi fe y entrega a Jesús Cristo (con arduo trabajo y crecimiento). Sin embargo, tiemblo de solo pensar donde habrÃa terminado de no ser por mi fe en Cristo.
No es lo que tenemos o no tenemos lo que es importante en la vida pero lo que hacemos con lo que tenemos – y lo que hacemos para enfrentar y resolver nuestros problemas. Es muy importante que no permitamos que nuestro pasado determine nuestro futuro y que utilicemos lo que tenemos que lo mejor de nuestras capacidades.
Como alguien más lo dijo sabiamente, “pude haber sido una vÃctima en el pasado pero si sigo siendo una vÃctima, ahora yo soy un voluntario dispuesto.†Y otro, “La esperanza por el futuro nos da energÃa en el presente!†No importa cuál sea nuestro pasado o de dónde provenimos, cuando entregamos y confiamos nuestras vidas a Dios diariamente, nosotros podemos y tenemos esperanzas para el futuro. Depende de nosotros lo que hagamos en el presente para resolver nuestro pasado y para convertirnos en lo que Dios quisiera que fuéramos en el futuro.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a ver todo lo que deseas que yo sea y haga, y con tu ayuda lo pueda ser y hacer. Ayúdame a comprender que no puedo permitir que mi pasado determine mi futuro, y ayúdame a enfrentar y resolver cada problema en mi pasado que me este deteniendo de alguna manera. Y sobre todo, gracias porque cada dÃa que te entrego mi vida y confió en ti, tú me ayudas a convertir mi debilidad en fortaleza. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. 2 Corintios 12:8-9 (NVI).
<:))))><
|
|