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Encuentros Diarios
Enero 06, 2016
Sólo Imaginen
“Dame, hijo mÃo [y / o hija], tu corazón ... porque de él mana la vida.â€1
Zig Ziglar cuenta la historia de un anciano que tocaba el órgano en una catedral en Europa. Él tocaba música triste y melancólica. Estaba triste porque este era su último dÃa como organista de la catedral. Iba a ser reemplazado por un músico más joven.
Al atardecer, alguien entró en la catedral. Al ver al hombre joven, el organista dejó de tocar, cerró el órgano y guardó la llave en su bolsillo. El hombre joven se le acercó y simplemente dijo, “La llave por favor.â€
Al recibir la llave, el joven organista fue hacia el órgano y empezó a tocarlo.
Mientras que el anciano habÃa tocado bellamente y con gran destreza, el joven tocó como un genio. Música increÃble salÃa del bello órgano antiguo.
Esta fue la introducción al mundo de la música de Johann Sebastián Bach. El anciano, con lagrimas en los ojos, dijo, “Imagina—sólo imagina—si no le hubiese dado la llave al maestro.â€
¿Le has dado la llave al Maestro de la Vida—la llave a tu corazón y a tu vida?
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, te entrego la llave de mi corazón y mi vida. Por favor hazme el hombre / mujer de Dios que deseas que sea. Haz con mi vida lo que desees. Por favor úsame para ser parte de tu plan en lo que estás haciendo en el mundo en el que vivo. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.â€
1. Proverbios 23:26 con 4:23 (NVI).
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