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Encuentros Diarios
Septiembre 17, 2020
Descubriendo cual es la voluntad de Dios para nosotros
“El hacer tu voluntad, Dios mÃo, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón.â€1
¿Cómo sabe usted cual es la voluntad de Dios para usted? ¿O cómo sabrá si Dios le llama?
Brent Porterfield, citando del libro de Frederick Buechner, Wishful Thinking, proporciona una respuesta digna de meditarse. Buechner “dice que una buena regla para encontrar su vocación es ésta: Nuestra misión especial en la vida es generalmente una de las siguientes:
A. Aquello que más disfrutamos hacer B. Es el trabajo que el mundo más necesita.
“Buechner dice que si realmente disfrutamos nuestro trabajo, probablemente hemos cumplido con el requisito A, pero si ese trabajo es el de escribir comerciales de desodorantes para la television, existe la posibilidad de que no hemos cumplido con el requisito B. Si nuestro trabajo es el de un doctor en una colonia del leprosos, probablemente hemos cumplido con el requisito B, pero si la mayor parte del tiempo nos aburrimos y nos sentemos deprimidos con este trabajo, no sólo hemos saltado A, probablemente tampoco estamos ayudando lo suficiente a nuestros pacientes.
“Buechner concluye: ‘El lugar al que Dios nos llama, es el lugar en donde nuestra profunda satisfacción y la profunda hambre del mundo se encuentran.’â€2
Oswald Chambers describe la llamada de Dios de esta manera: “La llamada de Dios es como la llamada del mar al marinero. Solamente el que tiene la naturaleza del mar dentro puede escuchar el llamado.â€
Como el que nace para marinero que nunca descansa hasta que él responde al llamado del mar y se lanza hacia la profundidad, cuando la palabra de Dios está escrita en nuestro corazón, nosotros tampoco encontramos descanso hasta que hacemos lo que sabemos en nuestro corazón que es el deseo de Dios. Y cuando respondemos a su llamado, nosotros también, como el rey David, nos deleitáremos en los caminos de Dios y en hacer su trabajo – no importa que tan sencillo o noble sea el trabajo.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por tener un plan y un propósito para cada cristiano, y eso me incluye a mÃ. Como el antiguo David, por favor dame amor por tu palabra y tus caminos para que yo también sepa y me deleite al hacer tu voluntad y responder a tu llamado. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Salmos 40:8 (NVI) 2. Brent Porterfield, http://www.esermons.com/.
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