|
Encuentros Diarios
Octubre 02, 2020
Un grito de ayuda
“Al oÃr que el que venÃa era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mÃ!â€1
Clark Strand, quien por un tiempo fue un monje budista Zen, compartió como “hace dos años, a bordo de un vuelo que salió de Memphis, Tenn., de pronto me encontré a mis mismo repitiendo las palabras, ‘¡Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mi!’
“Esto no habrÃa sido tan increÃble si yo hubiese sido un miembro de la iglesia ortodoxa, que por más que un milenio ha utilizado esa oración como su método preferido de contemplación. Por lo mismo, no habrÃa sido tan sorprendente si yo hubiese sido un cristiano de cualquier religión. Ya que yo era un budista Zen que no profesaba ninguna creencia en Dios, y mucho menos en Jesús, esto me llegó totalmente por sorpresa.
“Regresaba del baño cuando el avión empezó a perder altura. Mis pies se levantaban del piso. Por momentos colgué en forma cómica con piernas de marioneta, y entonces de alguna manera logré llegar de nuevo a mi asiento. Acababa de abrochar el cinturón de seguridad cuando mi esposa que se encontraba del otro lado del pasillo sentaba con nuestros dos niños volteó hacia mà y dijo las tres palabras nadie en un aeroplano desean escuchar jamás: ‘¿huele a humo?’ Era el momento que todos nos hemos imaginado. Usted mira las caras de los otros pasajeros (casi todas eran personas) mas se podÃa leer en todos ellos el mismo pensamiento: “Es esto lo que significa morir.â€
“Milagrosamente, minutos después estábamos en tierra firme. El avión, como descubrimos después, habÃa tenido una falla eléctrica en la consola de control, y el piloto, no sabiendo cuánto tiempo él podrÃa controlar el avión, habÃa descendido tan rápidamente como le fue posible, llevando el avión a la mayor velocidad posible, cubriendo los 25 minutos de regreso a Memphis en un poco menos de 10 minutos.
'Cuando todo parecÃan perdido, no era a Mu a quien habÃa llamado, ni siquiera a Buda, pero de todas las cosas, a Jesús – a pesar de todo lo que yo habÃa creÃdo o habÃa hecho.
“Solamente más tarde esa misma noche en el cuarto del hotel, con los niños ya en cama, recordé el momento durante el vuelo cuando mi vida espiritual habÃa tomado un giro de 180 grados y, fue como si se regresara de nuevo al puerto.â€2
¿Necesito decir algo más?
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ayúdame a no esperar hasta que esté en medio de una crisis que amenace mi vida para pedirte que tengas piedad de mà y me salves. Ayúdame a hacerlo en este momento. Y que cuando este en una crisis de cualquier tipo, concédeme que automáticamente mi pedido por ayuda ascienda a ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración – y siempre lo haces cuando te lo he pedido. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Marcos 10:47 (NVI). 2. Clark Strand, un antiguo monje budista Zen, “En la raiz de todo,†www.beliefnet.org/story/44/story_4406.html.
<:))))><
|
|