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Encuentros Diarios
Enero 11, 2016
Dejemos que la Iglesia Camine
“Da y te será dado. Una medida buena, merecida, apretada, remecida y rebosante les será puesta en el regazo. Porque con la misma medida con que midas serás medido.â€1
Se cuenta la historia de un pastor con ideas arraigadas quien en sus sermones proclamaba con gran entusiasmo, “¡Dejemos que la Iglesia camine!â€
Un estimado hermano que se sentaba en la primera banca era igual de entusiasta. Exclamó para que todos lo escucharan, “Amén, Pastor. ¡Dejemos que la Iglesia camine!â€
Con gran entusiasmo el pastor respondió, “¡Dejemos que la Iglesia corra!â€
“¡Amén!†Respondió el hermano en la primera banca, “¡Dejemos que la Iglesia corra!â€
Sintiéndose muy apoyado, el pastor gritó con más entusiasmo, “¡Dejemos que la Iglesia vuele!â€
“¡Amén!†gritó el hombre en la primera banca, “¡Dejemos que la Iglesia vuele!â€
“Pero,†dijo el pastor, para que la iglesia vuele se necesita dineroâ€
“AMEN,†gritó el anciano de nuevo, “¡Dejemos que la Iglesia camine!â€
Las personas a nuestro rededor están perdidas. Grandes cantidades se dirigen hacia una eternidad perdida, sin Jesús y sin esperanza, a un lugar que la Biblia llama: “infiernoâ€. Lo que sea y donde quiera que esté el infierno, de una cosa podemos estar seguros y es que el infierno es para siempre.
La realidad es que para hacer el trabajo de Dios en la tierra se necesita dinero—para rescatar a las personas del infierno. Muchos de nosotros por lo menos en el Oeste, tenemos recursos increÃbles comparado con el resto del mundo y se ha dicho que menos del 5% de nosotros damos el diezmo de nuestro ingreso.
Dios nos ha dado tanto. Nos dio a su Hijo, Jesús, para que muriera en la cruz por nosotros para darnos vida eternal. Y en el Oeste, por lo menos, él nos ha dado recursos increÃbles. ¿Y porque nos ha dado Dios estos recursos? ¿Para fines egoÃstas? No. Es para equiparnos y hacer el trabajo de Dios alrededor del mundo.
Se ha dicho que al trabajo de Dios hecho bajo la voluntad de Dios no le faltará la provisión de Dios. Sin embargo, los fondos para el trabajo de Dios son a través del diezmo y las ofrendas de su gente. ¡Pero si los que dan no dan, los que hacen no podrán hacer, y los que trabajan en el campo no podrán cosechar!
Si cada cristiano diera el diezmo habrÃa suficientes fondos para hacer el trabajo de Dios alrededor del mundo.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a no ser como el ‘leopardo’ y a tener el poder para mantenerme firme para ser lo que tu deseas y hacer tu voluntad. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.â€
¡Dios está llamando a cada uno de nosotros para que demos y lo hagamos de manera inteligente a lo que Dios está haciendo en el mundo hoy en dÃa! “Por,†como lo dijo Jesús, “con la misma medida con que midas serás medido,†y ¡el Señor ama a los que dan con entusiasmo!â€
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, dame un corazón agradecido por todo lo que has hecho por mÃ. Ayúdame a ser generoso y no sólo buscar recibir. Perdóname si de alguna manera te he privado del diezmo y las ofrendas. Hoy he decidido ponerte en primer lugar en mis ofrendas. Ayúdame a que siempre recuerde que el ‘diezmo’ (por lo menos el 10%) es tuyo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.â€
1. Lucas 6:38 (NVI).
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