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Agosto 24, 2016

Aquí esta la pagina web para el E-Libro, "El Numero Mágico"http://www.actsweb.org/sp/el_numero_magico.pdf

“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.â€�¹

Bruce Larson cuenta esta historia en su libro, Faith for the Journey.  En una ocasión había una compañía de taladros de mucho éxito. Un día uno de los dueños le dijo a los oficiales corporativos que él se iba a retirar y que había elegido a su hijo como su sucesor. En la siguiente junta el hijo le preguntó a cuatro de los vice presidentes, “¿Cuáles son sus metas para la compañía para los próximos cinco a diez años?â€�

Uno de ellos respondió, “Bueno, estamos mirando nuevos tamaños y medidas para diferentes taladros.�

El hijo sorprendió a todos con sus palabras. “Les tengo noticias – no hay mercado para los taladros.� Uno podía sentir la presión en el aire. Él continuó, “De ahora en adelante no construiremos mas taladros. No venderemos mas taladros. ¡Venderemos hoyos! ¡La gente no quiere comprar taladros; ellos quieren hoyos!

Ellos empezaron a pensar en diferentes formas de excavar/perforar hoyos, entre otros métodos crearon el laser para perforar. Este cambio de actitud y otras innovaciones mantuvieron a la compañía funcionando mientras sus competidores perdieron grandes acciones en el mercado y algunos de ellos tuvieron que declararse en bancarrota.²

¡No fue la aptitud, pero la actitud lo que hizo la diferencia!

Reportes del especialista en investigaciones, George Barna en años recientes han mostrado que la iglesia cristiana como entidad en los Estados Unidos no está teniendo un impacto significativo en la cultura. Además, hay muy poca diferencia en la forma de vivir de los cristianos y de aquellos que no lo son. Otros como Chuck Colson dicen que en los Estados Unidos estamos viviendo en la era post-cristiana. Esta es una observación muy alarmante.

Así que ¿qué pasa? Un pensamiento atemorizante es el que nosotros podríamos ir rápidamente en la misma dirección como lo hizo la Iglesia en Gran Bretaña hace un siglo aproximadamente. En aquellos tiempos los grandes emprendimientos espirituales y los misioneros salían de este país. Pero hoy la iglesia allí es sólo una sombra de lo que era. Como tristemente lo señala un rector británico (Ministro) acerca de la Iglesia en Inglaterra: “Los tiempos han cambiado, el pueblo y sus necesidades han cambiado, pero la iglesia sigue siendo la misma, y poco a poco perdió su relevancia y su impacto.� En lugar de mirar a sí mismo, la Iglesia atribuyó la indiferencia de la gente que se alejo en tropel.

Es verdad, nuestro mensaje nunca cambia pero la aplicación y el método de presentación se deben de adaptar a las necesidades de la generación de hoy – y no a las de ayer. Aun más, no estamos en el negocio de construir iglesias. Estamos en el negocio de salvar vidas y de convertir a los discípulos. 

Como los discípulos y los primeros cristianos, cuando hacemos el trabajo de Dios en la forma que Dios lo indica y es para su gloria se puede decir lo siguiente de la iglesia de hoy: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.�

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, el mundo de hoy se ha convertido en algo mucho más complejo y la competencia por los corazones y las mentes de la generación de hoy es abrumadora. Como hijos tuyos y miembros de la iglesia por favor ayúdanos tanto a nosotros como a nuestros líderes para comprender las necesidades de nuestros vecinos y de las comunidades y a aplicar el evangelio para llenar las necesidades de nuestros niños, adolescentes, adultos y de los ancianos. Y tal vez aun más importante ayúdame a vivir de forma que los demás puedan ver a Jesús en mí y deseen lo mismo para ellos. Gracias por escuchar y responder a mis oraciones. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.�

1. Hechos 2:42, 46-47 (NVI).
2. Citado por Brent Porterfield en: www.eSermons.com.

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