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Encuentros Diarios
Septiembre 05, 2016
La cruz de Cristo
“El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.â€1
Tal vez ustedes conocen la historia de Sir John Bowring. Un hombre brillante que hablaba cinco idiomas, Sir John fue elegido dos veces al Parlamento. Nombrado caballero por la Reina, se desempeñó en una ocasión como gobernador de Hong Kong. Se dice que él escribió treinta y seis libros en una variedad de temas. Sin embargo si ustedes visitan una biblioteca, sólo encontrará uno de los escritos de Sir John. Es todo lo que tenemos. Y es muy probable encontrarlo en un himnario.
“Es un poema el cual él escribió después de un viaje en bote, navegando a lo largo de la costa de China. Al pasar por Macao una ciudad devastada por un terremoto, el vio las ruinas de una misión. Saliendo de entre las ruinas estaba la cruz que habÃa estado en lo alto de la capilla. El impacto de la cruz fue lo que le inspiró a escribir estas memorables palabras.â€2
En la cruz de Cristo me glorifico/ alta sobre las ruinas del tiempo/ Toda la luz de la sagrada historia/ Se reúne alrededor de su cabeza sublime.
Cuando las penas de la vida me acometen/ La esperanza me abandona y el miedo me preocupa/ La cruz nunca me abandonara/ Alabado sea, ella brilla con paz y alegrÃa.
Problemas y bendiciones, dolor y placer / Junto a la cruz se santifican / Allà hay paz que no conoce medida / AlegrÃa que perdura a través del tiempo.3
Aun hoy la Cruz de Jesucristo se levanta sobre las ruinas del tiempo – desvanecido sueños, esperanzas perdidas, decepciones, violentos actos de terrorismo, guerras y la falta de paz. Al final, sin embargo, la Cruz de Cristo triunfará encima de todo. Es la única esperanza de la humanidad.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por la Cruz de Cristo y todo lo que significa para la humanidad perdida. Gracias por que al final triunfa sobre la maldad, la enfermedad, la tristeza, las penas y la muerte. Pero sobre todo gracias por el Cristo en la cruz quien, en ese dÃa hace tanto tiempo, dio su vida en mi lugar para pagar la pena por todos mis pecados para que yo pudiese ser perdonado y asà recibir el regalo de la vida eterna. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. 1 Corintios 1:18 (NVI).
2. De: www.sermons.com.
3. Sir John Bowring, 1825.
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