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Septiembre 13, 2016

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.â€�¹

“Hace algunos años Alabama estaba jugando contra Rice en el Tazón de Algodón. Ninguno de los equipos había podido hacer nada durante el primer tiempo. De repente uno de los jugadores de Rice obtuvo el balón con nadie de Alabama cerca de él y estaba en camino a anotar. En ese momento uno de los jugadores en la banca de Alabama, superado por la emoción, saltó, corrió al campo, lo atajó en forma maravillosa, tirándolo al piso y luego regresó corriendo a la banca y se sentó como si nadie lo hubiera visto. Por supuesto, miles de personas lo vieron. El punto le fue otorgado a Rice y el jugador que lo había bloqueado se sentó en el banquillo con la cabeza entre sus manos. Finalmente el entrenador de Alabama fue y puso su brazo alrededor del jugador como para decirle, 'Cometiste un error, pero sigues siendo parte del equipo.’â€�²

Ese es el tipo de aceptación y apoyo que necesitamos dar a nuestros amigos, familia y camaradas cuando ellos se equivocan. Y es el tipo de aceptación y apoyo que necesitamos cuando nos equivocamos.

Mientras que el jugador de Alabama nunca cometió un “perdón imperdonable,� el por supuesto cometió un error muy humillante delante de miles de fanáticos.

Por fortuna para nosotros cuando nos equivocamos y pecamos, no importa que tan malos sean estos, cuando los confesamos a Dios, el nos perdona totalmente y nos sigue amando incondicionalmente. En esencia el nos dice, “Te equivocaste (pecaste) pero estas perdonado y ares aun parte del equipo.�

Tristemente muchas personas piensan que lo que ellos han hecho no tiene perdón de Dios. Otros sienten que no merecen el amor y el perdón de Dios. Esto no es así. El único perdón imperdonable que podemos conocer es el de rechazar la misericordia de Dios y su regalo de perdón y salvación. El hecho es que por nosotros mismos ninguno es digno. Es la gracia de Dios que nos perdona y nos salva – y no las cosas que hemos hecho o dejado de hacer. 

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por tu misericordia y por amarme incondicionalmente sin importar lo que he hecho o no. Y gracias por perdonarme cuando te he confesado mis pecados. Ayúdame a vencer mis pecados y mis fallas y a perdonar a los demás así como tú me has perdonado. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.�

Nota: Para más ayuda asegúrese de leer� “Como saber que es Cristiano autentico� en: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php

1. Efesios 2:8-9.
2. King Duncan en www.sermons.com.

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