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Encuentros Diarios
Septiembre 15, 2016
Úselo o piérdalo
“’Asà que tuve miedo, y fui y escondà su dinero en la tierra. Mire, aquà tiene lo que es suyo.’ Pero su señor le contestó,…’QuÃtenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil. Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.’â€1
“El filosofo español Unamuno, cuenta acerca del acueducto romanos en Segovia en su nativa España. Fue construido en 109 DC. Por ochocientos años llevo agua fresca de las montañas a una ciudad calienta y sedienta. Cerca de seis generaciones de hombres bebieron de su flujo.
“Entonces llego otra generación, una reciente, quien dijo, ‘El acueducto es tal maravilla que debemos de preservarlo como una pieza de museo para nuestros hijos. Lo debemos de relevar de sus cientos de años de trabajo.’ Y asà lo hicieron; ellos pusieron modernas pipas de hierro. Les dieron a los antiguos ladrillos y al mortero un reverente descanso. Y el acueducto empezó a desmoronarse. El candor del sol que golpeaba en la construcción ya seca causó que se derrumbara. Los ladrillos y las piedras están a punto de caerse. Lo que años de servicio no pudieron destruir el no hacer nada lo desintegro.â€2
Dios nos ha dado por lo menos un talento a cada uno de nosotros. Mientras que algunas personas tal vez tengan diez talentos y otros solo uno, todos somos responsables de lo que hacemos con lo que se nos ha dado. Lo importante es desarrollar cualquier talento o talentos que tengamos de forma inteligente, y saber invertirlos en cosas de valor eterno, porque nosotros cosecharemos lo que sembremos.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias por los talentos que me has dado. Por favor ayúdame a saber cuál es mi mejor talento para obtener el entrenamiento que necesito para desarrollarlo y encontrar un lugar en donde pueda usarlo a lo mejor de mis habilidades en el trabajo de tu reino aquà en la tierra. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. Mateo 25:25-26, 28-29 (NVI).
2. Recursos, Sept./ Oct., 1992, página. 4.
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