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Septiembre 19, 2016

“No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.â€� ¹

Un proverbio en español dice: Dios nos dice, ‘elije lo que desees y paga por ello.

No tanto así aquí en los Estados Unidos, tal vez, de acuerdo a por lo menos algo que llamamos justicia. Hace varios años Chuck Colson comentó en su revista BreakPoint un ejemplo similar cuando escribió, “Una mujer a la que llamaremos Susana Smith tiene un problema de sobrepeso: Ella mide un metro 67 cm. y pesa 127 kilos. ¿Porque pesa el doble de su peso normal? ¿Genética? ¿Mala nutrición? ¿Falta de ejercicio?

“¡No, McDonald’s! Smith dice que ella tiene sobrepeso porque ‘su dieta regular incluye un McMuffin de huevo para el desayuno y un Big Mac en la comida.’ Es por ello que ella y otras personas con problemas de sobrepeso estaban demandando a McDonald’s.�

Cuando estudiaba en el colegio, durante dos veranos conduje un autobús de pasajeros en Chicago, durante el entrenamiento aprendimos como algunas personas intencionalmente se caen dentro del autobús para así poder demandar a la compañía por los daños. Estas personas no tienen problemas para encontrar un abogado que tome su caso.

En días recientes hemos leído cómo los fumadores han demandado con éxito a las compañías tabacaleras por millones de dólares culpando a los fabricantes por su adicción (los fumadores) Sin duda no apruebo las compañías de tabaco, pero ninguno de ellos jamás obligó a las personas a comprar o fumar sus cigarrillos. Cada fumador lo hizo como resultado de su propia elección y acción. Y nunca ha McDonald’s obligado a sus clientes a comprar un McMuffin de huevo o un Big Mac y mucho menos los ha obligado a ingerirlos.

Lo que la llamada ‘justicia’ está otorgando no sólo es absurdo, es realmente alarmante. En su momento la ley el orden y la justicia estaban basadas en las éticas judeo-cristinas, Ya no más. Nos hemos desecho de la oración, de Dios y de la biblia en nuestras escuelas. Y hay una creciente presión para remover a Dios y la biblia de todos los lugares públicos. Consecuentemente estamos ahora viviendo en lo que se le conoce como América después de Cristo y parece que algunos abogados y jueces están haciendo sus propias leyes en vez de adherirse a las leyes como lo describe la constitución.

Consecuentemente, tanto la responsabilidad personal como la moral están siendo aniquiladas. 

Si continuamos por este camino, la ley y el orden que se basan en un poder más alto (ya sea Dios o la Constitución—esenciales para el exitoso funcionamiento de cualquier sociedad y nación) serán carcomidos y terminaremos como en la Roma antigua y cada otra civilización que ha hecho a un lado a Dios, la moralidad y la responsabilidad personal.

El proverbio español está en lo correcto: “Dios nos dice, ‘elije lo que desees y paga por ello.�’ Susana Smith y compañía hicieron exactamente lo que querían y están pagando por ello. El negarlo no les quitara el exceso de peso ni tampoco curara el cáncer de pulmón, el resultado de fumar.

Una cosa es cierta, no podemos quebrar las leyes de Dios y sobrevivir más que si quebráramos la ley universal de la gravedad. Cuando tratamos de quebrarlas ellas nos quiebran. ¡Cada uno cosecha lo que siembra! Punto—aun si es eventual.

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor envía de nuevo al Espíritu Santo a nuestra nación para que regresemos a tus caminos y nos acatemos a tus leyes. Libéranos de nuestra irresponsabilidad y ayúdanos a darnos cuenta que cuando desafiamos nuestros caminos, al final terminamos destruyéndonos a nosotros mismos y al mundo de los hijos de nuestros hijos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.�

1. Gálatas 6:7.

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