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Encuentros Diarios
Septiembre 29, 2016
Cuando mi hijo estaba perdido
“Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.â€1
El Dr. Leighton Ford cuenta la historia sobre como cuando su hija era chica.
Me encontraba cuidando a los niños mientras que mi esposa habÃa salido de compras. Debbie Jean habÃa regresado de la escuela y estaba jugando con su hermano de cuatro años en el patio de atrás. Cuando les llame para que entraran a casa, Debbie no estaba.
Camine por las calles de un lado a otro llamando su nombre—con temor al silencio.
Mas tarde (después de que la encontramos) estuve reflexionando sobre el incidente. Durante las casi dos horas que Debbie Jean estuvo extraviada, nada mas importaba. En mi estudio habÃa libros para leer, cartas que contestar, artÃculos para leer, planes pendientes—pero nada importaba. Solo podÃa pensar en una cosa: mi pequeña estaba perdida.
TenÃa solo una oración y la repetà miles de veces: “O Dios ayúdame a encontrarla.â€
“Cuantas veces,†me pregunto a mà mismo, “he sentido esa terrible urgencia sobre las personas que estan perdidas y lejos de Dios?â€
Tuve una experiencia similar cuando uno de los niños de mi hijo estaba con su abuela y yo temÃa que los dos se hubiesen extraviado. Estuve en estado de pánico hasta que los encontré.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a comprender en lo más profundo de mi corazón que las personas sin ti están perdidas para toda la eternidad. Estoy disponible. Por favor úsame a ser como Cristo en cada vida que toco, y hacer todo lo que pueda, en todas las formas posibles para ayudar a que otros vengan a ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.â€
1. Marcos 16:15 (NVI).
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