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Enero 20, 2016

“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.â€�¹

En el orden de Dios existe trabajo para todos. No a todos les llama para ser un “Billy Graham o una madre Teresa,� pero si nos llama a todos a ser fieles al usar los regalos y las habilidades que él nos ha dado. En caso de que no nos sintamos dignos de ser usados por Dios, nos ayudará el mirar a las debilidades de muchos de los siervos de Dios en la Biblia.

Alguien alguna vez dijo que: “Moisés tartamudeaba. La armadura no le quedaba a David. Juan fue rechazado por Pablo. La esposa de Ósea era una prostituta. El único entrenamiento de Amos fue en la escuela para podar árboles de higos. Jacobo era un mentiroso. David tuvo una aventura. Salomón era muy rico. Abraham estaba muy viejo.  David estaba muy joven. Timoteo tenia ulceras. Pedro tenia miedo de morir.â€�

“Lazara estaba muerto. Juan era muy recto. Jesús era muy pobre. Noemí era una viuda. Pablo era un asesino. Y también lo era Moisés.  Jonás huyó de Dios. Miriam era una chismosa. Gedeón y Tomas dudaron. Jeremías sufría de depresiones y era suicida.  Elías estaba cansado. Juan el Bautista tenia una boca muy grande. Martha se preocupaba por todo. Sansón tenia el pelo largo. Noe se emborrachó. ¿Mencioné que Moisés se irritaba fácilmente? Así como también Pedro y Pablo.â€�

En verdad, todos tenemos áreas de debilidad y hemos experimentado el fracaso en algún momento, pero Dios usará a todos los que en algún momento estén disponibles para él. Así que debemos de estar seguros de que estamos sirviendo a Dios al usar con fidelidad los dones y talentos que él nos ha dado a cada uno de nosotros. Es un gran privilegio y una gran oportunidad—además de tener una recompensa eterna. 

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor dame el deseo de ser lo que deseas que sea y el deseo de hacer lo que deseas que haga usando los dones y habilidades que me has dado—y ayúdame a amarte y servirte fielmente todos los días de mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.�

1. 1 Corintios 4:2 (NVI).

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