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Encuentros Diarios
Enero 13, 2017
Venciendo las adicciones – 3ra parte
"El SEÑOR está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad."1
Primero una palabra de advertencia para aquellos que dicen, "no soy un adicto. Ese no es mi problema."
Todos debemos comprender que cualquier cosa que habitualmente hacemos o utilizar para evitar el enfrenta nuestro dolor interior es una adicción — no importa qué tan bueno parezca ser lo que estemos haciendo. Una persona codependiente, por ejemplo, es adicta al adicto en su vida. Algunos de nosotros nos escondemos detrás de nuestras ocupaciones, nuestra intelectualidad, nuestra posición o lo que sea. Para algunas personas el escape es la religión y afirman estar de pie en la palabra de Dios, cuando de hecho se esconden detrás de la palabra de Dios. Utilizan la verdad de Dios como una defensa para evitar enfrentarse a la verdad sobre sà mismos — un curso muy sutil, engañoso y autodestructivo a tomar.
También, algunas personas, como lo dijo John Powell, tratan a Dios como si él fuese una gigantesca aspirina. "¡Tome a Dios tres veces al dÃa y no sentirá ningún dolor!" No es asà de sencillo. Lo que es realidad es que Dios nos ayudará, pero él no hará por nosotros nada que nosotros podamos hacer por nosotros mismos, pero él doblará los cielos para hacer por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos — esa es la razón por la cual Jesús vino a la tierra y murió en la Cruz para pagar la pena por nuestros pecados.
Asà que cuando le pedimos a Dios que nos ayude a vencer nuestras adiciones, ¿cómo podemos orar para obtener una respuesta a nuestras oraciones?
Primero, oren con honestidad. El punto inicial para resolver cualquier problema es el admitir que tenemos un problema. Solo aquellos que dicen, "tengo un problema. Necesito ayuda," podrán encontrarla es ayuda.
Segundo, oren con sinceridad. Necesitamos querer vencer nuestros problemas con todo el Corazón y estar totalmente comprometidos a hacer lo que sea necesario para nuestra recuperación si deseamos que Dios nos ayude. El desearlo solamente no es suficiente. Tiene que ser algo que se quiere con sinceridad. Como lo dirÃa Jesús, — ¿Quieres quedar sano?
Tercero, oren por la verdad. Si, por ejemplo, soy un alcohólico, necesito (1) no solo admitir a mi mismo que soy un adicto pero también le debo de confesar o admitir a Dios y por lo menos a alguna otra persona que soy un alcohólico (o sea cual sea la adicción); (2) que mi vida está fuera de control; (3) que necesito ayuda: y (4) pedirle a Dios que me confronte con la verdad acerca de mi mismo; para mostrarme las causas detrás de mi adicción sin importar cuánto me pueda doler. Esto puede ser muy doloroso. Lo sé porque ha habido ocasiones cuando le he pedido a Dios que me confronte con la verdad sobre mà mismo. Las buenas noticias es que una vez que veo la verdad acerca de mi mismo y la causa o las causas detrás de mis problemas, sé lo que hay que hacer para solucionarlas. Como Jesús me lo enseñó, la verdad me hará libre.
Recuerden el "SEÑOR está cerca de todos los que le llaman, de todos los que le llaman con la verdad." Asà que la forma de orar para obtener una respuesta es el orar por la verdad — la verdad, toda la verdad acerca de uno mismo.
Cuarto, pidan ayuda. Cuando oramos, necesitamos pedirle Dios que nos guie hacia la ayuda que necesitamos para vencer nuestros problemas — y a nunca darnos por vencidos hasta encontrar esa ayuda.
Quinto, aceptar la responsabilidad. Parte de nuestra recuperación, después de pedirle a Dios por su ayuda y si guÃa, es el buscar en forma activa la ayuda que necesitamos para resolver nuestros problemas, y para hacer lo que sea necesario para recuperarnos.
Sexto, compromiso. Tomó muchos años para convertirnos en lo que somos y en quienes somos asà que no podemos resolver nuestros problemas de la noche a la mañana. Necesitamos estar muy comprometidos para nunca darnos por vencidos hasta que trabajamos y resolvemos nuestros problemas y asà convertirnos poco a poco en la persona que Dios desea que seamos — y eso es que seamos sanos. La meta de Dios va mucho mas allá de vernos libres de nuestras adicciones. Es que estemos sanos, porque solo al grado en que estemos sanos, también lo estarán nuestros estilos de vida, acciones, actitudes, comportamientos y relaciones.
La pregunta de Jesús para todos nosotros es la siguiente: "¿Quieres quedar sano? Dios hará su parte. El que hagamos nuestra parte depende de nosotros. Necesitamos orar la oración correcta, desear con todo el corazón su salvación, y hacer nuestra parte en el proceso de salvación.
Se sugiere la siguiente oración: "Dios mÃo, gracias porque sé que estas esperando para ayudarme cuando lo pido con la verdad en mi corazón. Ayúdame siempre a ser honesto conmigo mismo y contigo sabiendo que cuando lo soy, tú siempre escucharás y responderás a mis oraciones. Ayúdame, también, a siempre orar la oración correcta. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
1. Salmo 145:18 (NVI).
Como saber que es un cristiano autentico, sin tener que ser religioso: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.
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