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Encuentros Diarios
Enero 17, 2017
La parábola del hermano Leo
"Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente."1
Michael Josephson habla acerca de "una vieja leyenda … sobre un monasterio en Francia conocido en toda Europa por el extraordinario liderazgo de un hombre conocido sólo como el hermano Leo. Varios monjes iniciaron una peregrinación para visitar al hermano Leo y así para aprender de él. Casi inmediatamente los monjes comenzaron a discutir sobre quién debería de hacer varios quehaceres.
"En el tercer día se encontraron a otro monje quien también iba al monasterio y se unió al grupo. Este monje nunca se quejó o descuidó sus deberes, y siempre que los demás se pelean entre ellos por una tarea rutinaria, él amablemente se ofrecía de voluntario o simplemente lo hacia él mismo. Para el último día los otros monjes estaban siguiendo su ejemplo, y trabajaron juntos sin problemas.
Cuando llegaron al monasterio y pidieron ver al hermano Leo, el hombre que les saludó se sonrió. '¡Pero si nuestro hermano está entre ustedes!' Y se refirió a monje que se les había unido en el viaje."2
No todos, por ningún motivo, pero lamentablemente muchos hoy en día desean ser líderes — ya sea en la Iglesia, la comunidad, en la política, o en el mundo de los negocios, lo quieren ser por las razones equivocadas. Quieren la posición de atención, prestigio, prominencia, control, dinero, o para manipular y así poder imponer sus marcas de productos, creencia o filosofía (ya sea buena o mala) o por falsos motivos.
Hoy en día hay una necesidad urgente de líderes: el tipo modelado por el hermano Leo — y lo que es más importante, el tipo modelado por Jesús quien vino a servir y a dar de sí mismo.3 Su motivo fue una gran preocupación por los demás. Se llama "liderazgo del ciervo." Este tipo de líder les guía con el ejemplo y no con órdenes o demanda.
Y como Josephson dijo, "¿se pueden imaginar cuán mejor serían las cosas si más políticos, educadores y ejecutivos de negocios se vieran a sí mismos como líderes ciervos?" A mí me gustaría añadir predicadores, profesores y, lo más importante de todo, para ser modelado en el hogar por nosotros, los hombres que nos llamamos a nosotros mismos padres.
Se sugiere la siguiente oración: "Dios mío, por favor ayúdame a ser un líder ciervo en toda mi capacidad, y con tu ayuda, siempre tratar de ser como Jesús en todo lo que haga. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
1. Romanos 12:10 (NIV).
2. Michael Josephson, El carácter cuenta (313.3).
www.charactercounts.org.
3. Vea Filipenses 2:6-8.
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