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Enero 19, 2017

"Pero sean hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándose a ustedes mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era."¹

Ayer hablamos de los pateadores de neumáticos/llantas. Esto me recuerda de un atractivo pájaro de colores blancos y negro (que se encuentra en el área en al que yo crecí), llamado Urraca Australiana. Las urracas australianas son del tamaño de una paloma y sus extremadamente protectores de sus crías. Si se acercan demasiado al nido de una de estas urracas, protejan sus cabezas, ya que estas aves con sus largos y afilados picos le podrían atacar.

Las urracas australianas tienen también un hábito que es un tanto extraño e interesante. Ellas pasan tiempo en vano saltando y picoteando repetidamente a su propio reflejo en las tapas de los neumáticos de los automóviles ... sin comprender que están atacando a su propia imagen, Algunas personas son así. Cuando habitualmente picamos, jalamos y criticamos a los demás, estamos reflejando nuestra propia imagen.

O, como lo dice el antiguo dicho, cuando apuntamos a alguien con un dedo, nos estamos apuntando a nosotros mismos con cuatro más. Que lastima que no lo podamos ver - y aún mas que no lo queramos ver. Es más fácil jugar el juego de la culpa y proyectar nuestros problemas en los demás que aceptar el hecho de que nosotros somos el problema.

Si en realidad queremos crecer, ser más maduros y completos, podemos empezar mirando como tratamos y a los demás y en nuestra actitud hacia ellos. Si tenemos un espíritu crítico, una actitud negativa, y estamos en conflicto constante con los demás, podemos estar ciertos de que tanto el problema como la solución están dentro de nosotros mismos.

Se sugiere la siguiente oración: "Dios mío, en vez de 'picar a los demás' ayúdame a verme a mí mismo en tu Palabra y, sin olvidar lo que veo y, con tu ayuda, enfrentar y resolver mis problemas para así ser mas y mas como Jesús en todos mis caminos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."

1. Santiago 1:22-24 (NVI).

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