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Encuentros Diarios

Febrero 24, 2017

“Al ver llorar a María y a los judíos que la habían acompañado, Jesús se turbó y se conmovió profundamente. — ¿Dónde lo han puesto? —preguntó. — Ven a verlo, Señor —le respondieron. Jesús lloró. — ¡Miren cuánto lo quería! —dijeron los judíos.â€�¹

Chuck Swindoll en su libro Matando Gigantes, Sacando Espinas, habla acerca de una pequeña quien había perdido a su amiga de juegos pues esta había fallecido y un día le dijo a su familia que había ido a ofrecer sus condolencias a la triste madre. 

“¿Qué le dijiste? Le preguntó su padre.

“‘Nada’, respondió la niña. ‘Solo me senté en su regazo y llore con ella.�

¿Qué hizo Jesús cuando falleció su amigo Lázaro? Él lloró por su amigo.

Raro es el amigo que sabe como llorar con aquellos que lloran.

Además, sepan cuando guardar silencio. En el mismo libro, Chuck cuenta acerca de Joe Bayly, quien había perdido a tres de sus hijos. El utiliza una cita del libro de Joe, La vista desde una carroza. Joe escribió: “estaba sentado, destruido por la pena. Alguien se me acerco y me hablo de Dios, de porque había sucedido, de la esperanza mas allá de la muerte. El hablo constantemente. Me dijo cosas que yo sabía eran verdad. No me conmovió, excepto para desear que se alejara. Finalmente se alejo.

“Alguien más se acerco y se sentó a mi lado. Esta persona no habló. No me hizo preguntas. Solo se sentó a mi lado por más de una hora, escuchándome cuando tenía algo que decir, respondiendo brevemente, diciendo una sencilla oración se alejo.

“Me sentí conmovido. Me reconfortó. Odie la idea de que se alejara.�*

Este visitante y la pequeña estaban siendo como Jesús con la gente que sufría. Que Dios nos ayude a todos a ser y a hacer de la misma manera.

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor dame un corazón tierno y sensitivo y ayúdame a ser como Jesús con los que sufren. Ayúdame a estar en silencio cuando necesito estar en silencio, a hablar suavemente cuando se necesita una palabra amable, y a llorar con los que necesitan llorar. Gracias por escucharme y responder a mis oraciones. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén.�

1. Juan 11:33-36 (NVI).

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