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Encuentros Diarios
Junio 13, 2018
Deportes no deportivos
“Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.â€1
En el pasado los deportes solÃan ser deportes. Los niños jugaban a cada oportunidad que tenÃan. Cuando mis hijos eran pequeños, jugaban hockey por las calles en sus patines casi todas las noches durante varios años con los chicos del barrio: jóvenes y adultos, grandes y pequeños por igual y rara vez se metieron en discusiones. Ellos se supervisaban a sà mismos sin padres que les presionaran para anotar o ganar.
Años después uno de mis niños jugó en el equipo de hockey sobre hielo. Algunos de los padres eran increÃbles. Incluso vi a un padre dar un puñetazo a otro padre. Probablemente han visto el mismo tipo de comportamiento ya que muchos deportes se han vuelto increÃblemente competitivos: el ganar se ha convertido en el todo para muchos.
Si no fuera tan grave, tal vez serÃa bastante gracioso o absurdo, o ambos. Según lo reporta Bill O'Reilly, “si hay algo peor que un espectador frustrado en el estadio, quizá lo sea una molesta mamá en un equipo de fútbol: Pattie A. de Greensboro, Carolina del Norte, realmente querÃa que su hijo tuviera éxito en el fútbol. Un dÃa al verle jugar un partido, ella tomó ofensa de las “injustas decisiones del árbitro.†Ella tomó acción: entró corriendo al campo y golpeo al oficial en la boca. El árbitro tenÃa. . . 15 años de edad. El que ella golpeara al niño no le agradó mucho al juez, quien condeno a esta molestÃsima madre por asalto. Ella fue multada y. . . se le prohibió asistir a partidos de fútbol por tres años, un castigo catastrófico para una madre de este tipo.â€2
Es triste el ver que muchos deportes hoy en dÃa carecen de las caracterÃsticas que construyen el carácter. El ganar no lo es todo. Es bueno ganar, pero no todo el mundo puede ganar. Siempre hay perdedores y si los niños no aprenden a ser buenos perdedores, se van a llevar grandes sorpresas como adultos. Lo que es más importante es el enseñarle a los niños a que disfruten del juego y a que trabajen juntos como un equipo. El mismo principio deberÃa aplicarse a los atletas en las escuelas preparatorias y del colegio.
Somos nosotros los padres y adultos los que necesitamos dar el ejemplo, porque nosotros somos los que presionamos a nuestros hijos a que sobresalgan y más a menudo que no, es simplemente para aumentar nuestro propio ego. En el libro de Dios, el ganar es el hacerlo bien, dando lo mejor de nosotros y ser perseverantes frente a la oposición y los obstáculos.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a “dejar atrás todos los obstáculos y el pecado que fácilmente me atrapa, y ayúdame a correr con perseverancia la carrera que tú me has trazado,’ y asà ser un verdadero ganador ante ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.â€
1. Hebreos 12:1 (NVI).
2. The O'Reilly Factor, Bill O'Reilly, pagina. 115. Citado en: www.esermons.com
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