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Encuentros Diarios
Marzo 19, 2014
Consecuencias
“Más si asà no lo hacen (comandos que Dios dio a los antiguos israelÃes cuando los comisionó a conquistar Ia tierra prometida), habrán pecado ante Dios; y sepan que sus pecados los alcanzarán.â€1
Hace tiempo leà en “Una rebana de pan†acerca de algunos empleados de Boeing que decidieron robar una de las balsas salvavidas de un 747. Lograron sacarla del avión y levarla a casa. Pero ellos olvidaron una cosa—la balsa viene con un localizador de emergencia que automáticamente se activa cuando al balsa se infla. Asà que cuando ellos llevaron la balsa para flotar en el RÃo Stillaguamish, grande fue su sorpresa al ver a un helicóptero de la Guardia Nacional sobrevolando el área del localizador de emergencia que se activó en el momento en que ellos inflaron la balsa.
“Ellos ya no trabajan para Boeing.â€
De una manera real cuando nosotros pecamos eventualmente se nos descubre, y no es Dios quien nos castiga. Asà como los empleados de Boeing nos castigamos a nosotros mismos. Dios nos ha dado una ley moral para nuestra protección. Cuando quebramos la ley, terminados quebrándonos a nosotros mismos. La ley moral de Dios es tan universal como la ley de la gravedad—otra ley que nos fue dada para nuestra protección. Si no fuera por esta ley, el universo no estarÃa colgando junto y tú y yo saldrÃamos volando hacia le espacio exterior. Si tratamos de desafiar esta ley, no es Dios ni la gravedad quien nos quiebra—nos quebramos a nosotros mismos al tratar de desafiarla.
Es igual con la ley moral de Dios. El romper las reglas nos separa de Dios. El único fin de esto es la muerte espiritual—la cual no es la cesación de la vida pero es la separación eterna de Dios, el autor de la vida y el amor. ¡Sea lo que sea el infierno, será un infierno! No es que Dios nos envÃe allÃ. Si fallamos y no aceptamos su perdón por quebrar las leyes de la moral, en realidad, nosotros mismos nos enviamos a ese lugar.
Afortunadamente, porque Dios nos ama de tal manera, nos ha proporcionado una manera de escapar. Fue a través de su Hijo, Jesucristo, quien pagó el precio de nuestros pecados. Asà que hagan lo que hagan, no olviden aceptar el perdón total de Dios por todos sus pecados asà como aceptar su regalo de vida eterna.
Para ayuda oprima: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.htm
Se sugiere la siguientes oración: “Dios mÃo, te agradezco por darnos a tu hijo, Jesús, y te agradezco a ti Jesús por morir en la cruz para pagar la pena por mis pecados. Por favor entra en mi vida y en mi corazón como mi Señor y Salvador personal. Por favor ay3dame a vivir para ti y a amar a los demás como tu lo haces. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, amén.†(De nuevo, para recibir ayuda por favor oprima el enlace que se encuentra arriba de esta oración.)
1. Números 32:23 (NIV).
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