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Encuentros Diarios
Junio 13, 2017
Estar ansiosos de la nada
"Jesús dijo, ¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestÃa como uno de ellos. Si asà viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?"1
Como la mayorÃa de nuestro lectores del Encuentros Diarios saben, yo crecà en Australia, una tierra que es ligeramente más pequeña que el territorio continental de Estados Unidos, pero hay más personas en un radio de 200 millas de donde vivo ahora en California que combinando toda la población de Australia. Parece que la mayorÃa de ellos están en las autopistas de Los Ãngeles al mismo tiempo durante la hora de prisa del tráfico. Por qué ellos le llaman la hora de prisa nunca lo sabré. Como lo dijo alguien más, se deberÃa de llamar ¡la hora lenta!
Sin embargo, recientemente cuando yo estaba conduciendo a casa desde Los Ãngeles en la transitada autopista 405—en la sección que cuenta con diez carriles, repletos de cientos de coches que viajan a alta velocidad en ambas direcciones: note una Palma joven que crecÃa de entre una grieta en el pavimento a los pies de la barrera de hormigón de tres metros de altura en el centro de la autopista que separa el tráfico que fluye en direcciones opuestas. Este pequeño árbol testaba tan sólo a un metro o algo asà de la vÃa rápida y estaba totalmente ajeno a los miles de coches que pasaban a alta velocidad a toda hora del dÃa y de la noche. Este pensamiento me dejo impresionado.
Ahora, no tengo ninguna ambición de plantarme en dónde está Palma se plantó—eso puede estar bien para una Palma, pero no para las personas—el plantarse en una situación de este tipo serÃa suicida. Pero en medio de las prisas y el bullicio de la vida cotidiana, con todas sus presiones interminables, poco a poco estoy trabajando en aprender a confiar en Dios y a estar tranquilo y en paz (como esa Palma), comprendiendo que, en las palabras de un poeta desconocido:
"No son las cosas más suaves de la vida
Las que estimulan al hombre a continuar;
Pero la adversidad y las luchas
Hacen que el hombre se mantenga vivo
Sobre caminos cubiertos de rosas se arrastran los débiles,
Pero los corazones valientes son los que se atreven a subir la cuesta.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, de nuevo hoy te entrego y confÃo mi vida totalmente en todo lo que soy y en lo que hago. Ayúdame a confiar en ti sin importar lo que el dÃa me pueda traer, y a no estar ansioso o temeroso de saber que mi tiempo está en tus manos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Mateo 6:28-30 (NVI).
NOTA: Para estar seguro de que su vida este en lÃnea con Dios lea el artÃculo, "Como saber que es un cristiano autentico, sin tener que ser religioso" en:
http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.
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