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Marzo 29, 2013

"Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados."¹

Hoy es Viernes Santo, el día en que recordamos con profunda apreciación que fue por este día que Jesús vino a la tierra… para morir en nuestro lugar en esa cruel cruz Romana para salvarnos de las terribles consecuencias del pecado — una enfermedad mucho más letal que el SIDA o cualquier otra enfermedad que es una sentencia de muerte física.

Hoy, también recordamos que Jesucristo no fue un hombre ordinario. Cierto, el era un hombre pero él era y es el Hijo del Dios Viviente―el Gran Creador que llego a ser nuestro Salvador―el que puso a un lado sus vestidos externos de deidad, dejo los Palacios Blancos del Cielo, se vistió en un vestido de carne humana y vino a la tierra para pagar el precio de redención por nuestro pecado. El murió en la cruz en nuestro lugar. Haciendo esto proveo la única curación para la enfermedad letal de pecado del cual la sentencia es muerte espiritual y eterna. 

Hoy, recordamos también que sin Jesús como nuestro Salvador, iríamos rumbo al infierno del cual no hay escape mas allá de la tumba. Donde sea que este y  como sea el infierno podemos estar seguro de esto, es separación eterna de Dios el autor de todo amor y vida―desconectado por siempre de todo amor y toda relación de amor. Tales consecuencias son inconcebibles.

Y hoy necesitamos recordar que Jesús murió por nosotros porque nos amo mucho más que nos pudiéramos imaginar y entender. Como otro ha dicho, ¡Jesús preferiría ir al infierno por nosotros que ir al cielo sin nosotros! Esto hizo cuando murió en la cruz en su lugar y el mío.

Jesús dio su vida para que pudiéramos vivir. En agradecimiento a el por su don inefable, demos nuestra vida para vivir para el―ayudando a compartir el evangelio para que otros también puedan vivir. Porque sin Jesús, ¡las personas están perdidas para siempre!

Si nunca le ha dado las gracias a Jesús por morir en la cruz para pagar el precio por sus pecados, le urjo que lo haga hoy, y que acepte a Jesús como su Salvador y reciba el perdón de Dios y la certeza de un hogar en el cielo para siempre. Para ayudarle estar seguro lea el artículo. "Como Estar Seguro Que Es Un Cristiano Verdadero―sin tener que ser religioso" en: www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php y/o "La Invitación de Dios" en: http://www.actsweb.org/sp/invitacion.php.

Oración sugerida: "Querido Dios, ¿cómo te puedo agradecer lo suficiente por amarme tanto que diste a tu Hijo Jesús para morir en la cruz en mi lugar para pagar la pena por todos mis pecados? Y querido Jesús te agradezco de lo más profundo de mi corazón por lo que hiciste por mí. Por favor ayúdame a vivir una vida de agradecimiento a ti siempre en todas maneras. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."

1. Isaías 53:5 (RVR 1995).