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Encuentros Diarios

Octubre 24, 2012

“Fíate de DIOS con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócele en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.â€�¹

En su libro, Encontrando a Dios en Lugares Inesperados, Philip Yancey dice, “Cuando el Dr. David Larson se preparaba para su carrera en psiquiatría, los facultativos le advirtieron, ‘Lastimarás a tus pacientes si tratas de combinar tu fe cristiana con la práctica de la psiquiatría. Clínicamente es imposible.’ Los instructores insistieron en que la religión usualmente lastima la salud mental de las personas.â€� 

Esto molestó tanto a Larson que él realizó un estudio acerca de esto por cincuenta años.  Descubrió que la mayoría de los estudios ignoraron el tema de la religión por completo. Lo que aprendió de la investigación (que incluía religión) resultó ser una agradable sorpresa.  Un ejemplo:

Las personas que asisten a la Iglesia con regularidad tienen menor probabilidad de caer en el abuso del alcohol o las drogas. Los prisioneros que toman un compromiso religioso tiene menor probabilidad que otros presos de regresar a la cárcel después de ser liberados. También descubrió que las personas que asisten a la Iglesia con regularidad, tienen el doble de las posibilidades de permanecer casados.

Larson también indicó los efectos desastrosos que los hogares destrozado tienen en las familias. Por ejemplo, el divorcio incrementa de manera dramática la posibilidad de morir a edad temprana. También daña la salud mental, especialmente en los hombres. Y toman un papel devastador en los niños. Alrededor de la mitad de los criminales provienen de familias con un solo padre o madre. Se comprobó que la estructura familiar es más efectiva que el estatus económico para predecir una vida de crimen. Es más probable que los niños de hogares rotos vayan mal en la escuela, abusen de las drogas e intenten suicidarse.â€�²

Viniendo de un hogar roto, sé muy bien del devastador efecto que esto tiene en los niños.  De no haber sido por la gracia de Dios, no sé dónde estaría hoy. Simplemente no podemos dejar de enfatizar la tremenda importancia que tiene la entrega diaria y el confiar nuestras vidas a Dios y reconocerle en todo o que hacemos.

Se siguiere la siguiente oración: Amado Dios, con tu ayuda he elegido confiar en ti con todo mi corazón y reconocerte en todo lo que hago, y gracias por tu promesa de guiarme por el camino.  Gracias por escucharme y responder a mi oración. De todo corazón, en nombre de Jesús, Amén.

1. Proverbios 3:5-6.
2. Philip Yancey, Finding God in Unexpected Places, p 81-83.

Nota: Vea “Lo que la Iglesia de Dios puede hacer por usted� en: http://www.actsweb.org/sp.viviendo/buena_iglesia1.php.

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